martes, 18 de diciembre de 2012


¿Sentimientos?


Soledad. Soledad acompañada de calles, noche y humo. Soledad. Soledad acompaña de música. Soledad que llena de angustia. Desesperación. Soledad que no deja dormir. Soledad que distrae. Soledad amiga.
(Estar solo en mi habitación y solo ver cuatro paredes, un poco sucias y un techo blanco y aburrido. Una cama desordenada, y colillas de cigarrillo por doquier).

Felicidad. Felicidad disfrazada de THC. Felicidad. Felicidad disfrazada en una sonrisa totalmente fingida. Felicidad efímera. Felicidad absurda. Felicidad falsa. Felicidad abrumadora. Felicidad. ¿Cómo es posible que me hablen de felicidad? La vida es injusta y la gente es mala.

(Despertarse  al medio día y saber que nadie se interesa en saber cómo amaneciste, qué soñaste, qué deseas. Despertarse y almorzar con un cigarro. Despertarse y vivir un día falso.).

Compañía. Compañía que hace falta. Compañía deseada. ¿Compañía?

          ¿Compañía para qué?

(Compañía para qué si puedo estar pensado todo el día en ti).
Gastar un día, dos días, tres días, deseando compañía.  No necesito compañía.

Deseos. Deseos profundos. Yo deseo.
(Desear que todo fuera más sencillo, más fácil. Desear empezar de nuevo.Desear cambiar. Desear que la gente fuera más como yo. Desear humanidad. Desearte).

Creer. Creer que estoy enloqueciendo. Creer que estoy solo. Creer...


         ¡Definitivamente no me estoy bien! 

jueves, 9 de febrero de 2012

La Vista

Otro día estaba pasando, y como la mayoría de ellos, estaba lleno de desesperación y un poco de soledad. Solo lo acompañaba su caja de cigarros y su encendedor, mas las ganas de desahogarse con un grito. Así que decide poner en marcha sus pies e irse hacia un lugar tranquilo y paradojicamente, solitario. Luego de miles de pasos dados, encuentra un sitio para su satisfacción; entra a ese lugar un tanto oscuro y lleno de bosque, al adentrarse se encuentra con un panorama totalmente espléndido que lo induce a sentarse en un pequeño cerro y disfrutar la vista, se sienta de tal manera que sus pies quedan en el aire. Limitado a captar la imagen llena de pequeñas lucesillas estáticas, y otras en movimiento; capta el alma mater de ellas, un circulo blanco gigantesco atrae su atracción su visión, conllevandolo a poner su espalda en el suelo, sacar sus audífonos y darle play a la música. Sin mas preambulos, cierra los ojos y empieza a sentir como la brisa fría golpea su cuerpo. Cantando a todo pulmón y tratando de imitar las voces desgarrantes de sus cantantes, descarga todos esos sentimientos y sensaciones que lo consumen. Sintiéndose en paz finalmente decide secar sus ojos un tanto húmedos, cargados por lágrimas llenas de ira y ... ¡Hijueputa! Exclama angustiado, mira su reloj y cae en cuenta que se había quedado dormido por mas de una hora. Con su cuerpo helado, se pone en pie, prende su cigarro y deja atrás el espacio que le brindó la paz y la tranquilidad que siempre había buscado. 

miércoles, 7 de septiembre de 2011

Camino a casa

La luna había aparecido y la monotonía persistía en convivir con él, así  que decide vestirse, dar una mirada fugaz por el espejo y emprender su recorrido, como lo ha hecho las últimas semanas.
Mesas y sillas negras lo reciben con música que para muchos suena nociva, pero para él son como la gloria, música que sirve para despejar su mente. Se sienta en la mesa de siempre acompañado de nicotina y cebada, solo para matar algunos minutos de su día. Canciones que llenan de melancolía, acordes que aceleran el corazón y voces que erizan la piel parecen la mejor receta para un alma algo cansada.
Pasan las horas y su cuerpo un tanto tambaleante se para de la mesa a emprender un camino hacia ningún lugar. Luego de muchos pasos decide sentarse y poner en funcionamiento su briquet para encender a su compañero y ver como el liviano humo se va, así como su ánimo lo hace. En ese trascurso decide cerrar los ojos un momento, al hacerlo siente un pizca de brisa fría y unas pequeñas gotas golpear en su rostro, una sonrisa de satisfacción sale a relucir de inmediato.
Minutos más tarde, lo que parecía una pequeña llovizna se estaba convirtiendo en casi un diluvio, el viento era más salvaje y el afán y el mirar de las personas hacia a él lo hacían poner un poco tenso. Frio y empapado, finalmente decide ponerse en pie para continuar con su camino. Algunas calles adelante, una vibración en su bolsillo causada por su teléfono móvil le obliga a hacer una ligera pausa y observar. Con afán toma su móvil y echa un vistazo, un mensaje de texto hace que una sonrisa un poco sarcástica florezca, tras leer el emotivo mensaje decide que ya es hora de tomar la ruta a su hogar y dejar atrás aquel camino que no lo llevaba a ningún lugar.

lunes, 29 de agosto de 2011

La Cripta

El día trascurría y su desespero aumentaba aun mas, locas ideas ya habían pasado por su cabeza, ideas que iban desde un escape total hasta una dosis excesiva de Ropinol, pero que no fueron solidas, quizá por su falta de valor.

Cansado de ser causa de tanta decepción y tristeza hacia esa persona del cual su sentimiento por ella permanecerá siendo un enigma, decide encerrarse en su cripta de cuarto paredes acompañado de su encendedor y sus cigarrillos, que para ese entonces ya hacían parte de su dieta diaria.

Lleno de ira, desdicha y descontrol enciende la música, cierra los ojos y siente la vibración que causa en el. Pocas lagrimas bajan por su rosto entumecido. El primer cigarrillo aviva para ser parte del momento. Trascurren tres cigarrillos después, pero no parece ser suficiente por la ansiedad que le generan. Kurt Cobain decide formar parte de esa escena, así que lo apoya con su desgarrante voz, las ondas del sonido golpean sus oídos, el corazón se acelera y decide hacer un dueto con él.

Al borde del desespero, el briquet vuelve a ser usado y decide pensar en lo sucedido tiempo atrás, mientras que mira el humo cargado de nicotina irse por la ventana.
Finalmente opta por la compañía de su empolvada guitarra, intenta tocar melodías una y otra vez pero su desespero no le deja coordinar sus dedos torpes, así que  decide dejar aparte su saludable compañía. Totalmente frustrado la melancolía se une al deprimente acontecimiento. ¡Definitivamente era un desastroso día! Ya la luz de la luna era una residente más de la cripta, así que decide fijar su mirada en ella.
Mientras se da dicha observándola, empieza a analizar lo sucedido y a pensar en sus planes a futuro, cuando está pensando en su pequeño proyecto de vida un riff de guitarra suena y le hace reaccionar gracias a la letra de la canción: “Se que en esta vida hay que vivir con el dolor que causan las heridas, se que al caminar he de sufrir y cada vez será más dura la caída..” Así que decide ponerse en pie, secar sus húmedos ojos y dejar atrás el recinto empapado de aroma a Alquitrán.






sábado, 27 de agosto de 2011

Clandestinos

El nerviosismo se apoderaba de él, gotas de sudor bajaban por su frente y manos. Era un consiente/inconsciente de lo que iba a suceder.. Con su grupo de amigos deciden dejar a la multitud e irse a la clandestinidad y soledad que les brindaba aquel lugar. Todos sentados en forma de círculo, sonrientes, apoderados por el licor. El más cercano a él le hace la pregunta: “¿está seguro?.. El en medio de su locura decide aceptar sin medir consecuencia alguna, sabía que esto iba a dar un giro importante a su vida.

Se enciende el briquet y empieza a emanar nerviosismo e intranquilidad de su piel, pero también la adrenalina se apoderaba de él. Era su turno, miradas encima de él lo hacen poner aun más nervioso, pero dejando a un lado cualquier prejuicio decide acceder a ese mundo del que tanto había escuchado.

Con sus dedos empapados de sudor intenta encender el briquet, hasta que lo logra, la vista se le nubla a causa del humo un tanto espeso que exhala, la garganta le arde, las pupilas se dilatan, su cuerpo se siente tan liviano como el humo que poco a poco desaparece de su vista y una sonrisa exagerada se apodera de su rostro. Levanta la mirada y observa a su amigo más cercano, luego de observarlo, su amigo le responde a su mirada, pero le añade una sonrisa muy prolongada y la frase: “la experiencia que acabamos de vivir jamás la olvidare, espero que usted tampoco”. Una risa tonta se apodero de él tras escuchar lo dicho.

Una pequeña calentura se apoderaba de su cuerpo y todo le parecía gracioso, decide preguntarle la razón de eso a uno de esos clandestinos, y él responde con un poco de sarcasmo que se tranquilice, que es normal.

Pasado unos minutos deciden volver con el resto de amigos dejando atrás el lugar que para él, sin duda alguna partiría su vida en un antes y un después.